Salga al aire libre más a menudo
Un paseo por el parque es más reparador que caminar por la ciudad. En un entorno urbano, estamos constantemente rodeados de distracciones: el claxon del tráfico, los coches, la gente. El canto de los pájaros, el susurro de las hojas y otros sonidos naturales, por el contrario, son relajantes. En un entorno así, es más fácil relajarse y olvidarse de los pensamientos.
Observa el momento presente
Intenta concentrarte en distintos músculos del cuerpo. Tómate entre 10 y 15 segundos para concentrarte en cada músculo. O cada vez que bebas algo, presta atención a su sabor y sensación. Estas actividades son un pequeño descanso para el cerebro.
Haz algo que te guste
Activar las SPRRM no es la única forma de descansar mentalmente. También es bueno hacer cosas que te gusten, aunque requieran concentración. Por ejemplo, leer, jugar al tenis, tocar un instrumento musical o ir a un concierto también pueden ayudarte a recuperarte. Así que piensa qué actividades te dan energía y acuérdate de sacar tiempo para ellas.